Eran otros tiempos cuando mis padres se casaron. El luto rígido se mantenía hasta en la boda, tradición de blanco. La calle tenía el pavimento de piedras y barro y, por las lluvias, corría el "royo" por el centro de la misma. Ahora se enseñorea el cemento de una acera a otra en esta calle que me vio nacer y cuya casa conservamos al amparo de nuestro apellido (Calle de los hermanos Morales). Mis padres, mis queridos padres, tíos y demás familiares, a comerse el chocolate, menú obligado, después de la ceremonia. En esa casa nací y ahora la rehabilito para llenarla con todos mis recuerdos.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Aquella calle de Povedilla
(Boda de mis padres, Povedilla 1957)
Eran otros tiempos cuando mis padres se casaron. El luto rígido se mantenía hasta en la boda, tradición de blanco. La calle tenía el pavimento de piedras y barro y, por las lluvias, corría el "royo" por el centro de la misma. Ahora se enseñorea el cemento de una acera a otra en esta calle que me vio nacer y cuya casa conservamos al amparo de nuestro apellido (Calle de los hermanos Morales). Mis padres, mis queridos padres, tíos y demás familiares, a comerse el chocolate, menú obligado, después de la ceremonia. En esa casa nací y ahora la rehabilito para llenarla con todos mis recuerdos.
Eran otros tiempos cuando mis padres se casaron. El luto rígido se mantenía hasta en la boda, tradición de blanco. La calle tenía el pavimento de piedras y barro y, por las lluvias, corría el "royo" por el centro de la misma. Ahora se enseñorea el cemento de una acera a otra en esta calle que me vio nacer y cuya casa conservamos al amparo de nuestro apellido (Calle de los hermanos Morales). Mis padres, mis queridos padres, tíos y demás familiares, a comerse el chocolate, menú obligado, después de la ceremonia. En esa casa nací y ahora la rehabilito para llenarla con todos mis recuerdos.
("Royo": arroyo)
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1 comentario:
A Rafael Castillo Morales habría que definirlo como un conjunto de estampas de hermosa e innegable concentración de intelectualidad y de cultura. No se me ocurre otra cosa para resaltar sus valores de hombre... sí, de hombre amable, correcto, listo y sabio. Lo conozco personalmente y me honro por ello. Rafa, gracias por las cosas que fotografías y escribes. Un abrazo. Carpe diem. Daniel Calixto Garrido.
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