con sus tonos rosáceos
y desgarran mi corazón
ebrio de vida y de campo.
Ahora sale el sol
e ilumina los almendros;
más allá se acercan unas nubes
para refrescar la siembra
y dar a mi aura
la limpieza que le falta.
Suenan en el pueblo
los tambores y cornetas
que acompañarán
los pasos de Semana Santa.
Yo ando y medito.
Sobre mis hombros la penitencia
de momentos ya huidos
y en mi frente la naturaleza
impregnándome con su potencia:
bajo mis pies hierbas verdes
enroscándose en mis venas
y en mi cabeza un río,
una corriente que me desespera
o me da cada vez más brío. .
2 comentarios:
Maravilloso poema!!!
Rafa:
Me gusta mucho cómo escribes.
En la primera parte del poema he intuído sabor a haiku. De alguna manera ese "haimi" lo llevas contigo.
Preciosa la poesía...
Te mandaré mi haibún de semana santa.
Un Abrazo
Juan Carlos
Rafa me ha encantado tu poema.
Me parece maravilloso.
Escribes muy bien!!!
E incluso, noto un cierto sabor a haiku en la primera parte del poema. Seguro que se te va a dar bien.
Desde luego, como poesía convencional preciosa.
Rafa: Hazme llegar tu correo, para que te pueda mandar el haibún que te comenté de "semana santa" y para que podamos estar en contacto. El mío es JuanCarlos.Moreno@uclm.es
Un Abrazo
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