Yo no sé qué hago contigo.
Qué pude ver en ti
que no me diera la brisa de la mañana.
Buscaba quizá una estrella
o una maravillosa luna
que me eligiera por casualidad.
Qué se adivinaba dentro de ti
sino un mar profundo
que custodia con celo
los tesoros de innumerables naufragios.
Qué encontraste en mis largos silencios
sino el eco de primitivos soles,
el rastro del sendero
hacia múltiples limbos.
y un aleteo de mariposas peregrinas,
de amapolas tiernas, frescas y huidizas.
Qué pudimos encontrar el uno en el otro
sino el choque de mutuos asombros,
el chasquido de labios apresurados
y la fusión magmática
de nuestros impetuosos corazones.
Nos conocimos por un imprevisto;
casi nos detestamos
en los primeros momentos;
pero un íntimo abrazo
nos abrió para siempre
el camino del paraíso.
(13-5-09)
3 comentarios:
las musas te encontraron escribiendo; es un gran poema Rafa.
la realidad te domina.
Rosa
Esta poesía es pasado, a quién se la dedicaste si eres como debe ser una persona, no la tendrías despúes de todo en el blog.
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